AVENTURA ARGENTINA - Dorados a pez visto y moscas secas


Pesca de Dorados con mosca en el norte de Argentina

La historia que les voy a contar comenzó unos días antes de mi viaje-aventura, cuando necesitaba algunos materiales y equipos que me faltaban y me puse en contacto con Markus del sitio de pesca 1000 moscas con quien trabajo desde hace unos años. Una vez que me proporcionó lo que necesitaba, me deseó suerte y me pidió que le enviara algunas fotos del viaje, accedí y en el momento en que se las envié me dijo wowwww.... ¿por qué no escribes un artículo y lo publicamos en el blog? En realidad, no soy un hombre de muchas palabras, más bien de algunos videos o fotos, pero lo vi como una oportunidad para dar un poco de información a todos los pescadores con mosca interesados en la aventura de la pesca del Dorado, sobre todo con moscas secas y en pequeños arroyos de montaña del país al fin del mundo.

Así fue, y aquí estamos, espero poder transmitir al menos una pequeña parte de lo que realmente son estas experiencias y viajes a los increíbles lugares de Argentina mi tierra natal.

1. EL LUGAR Y EL VIAJE

Aproximadamente a 200 km de la ciudad de Salta, Argentina, se encuentra el famoso y espectacular Río Dorado, un paraíso de aguas cristalinas ubicado en las Yungas del monte salteño, donde conviven numerosas especies de peces (Dorados, Bogas, Sábalos, Bagres y Mojarras), una gran variedad de fauna silvestre (Tapires, Tucanes, Pumas y Corzuelas) e impresionante vegetación e insectos de todo tipo.

En noviembre de 2023, comenzamos nuestra aventura de pesca en auto, recorriendo unos 1.000 km desde la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, Argentina, junto a mi compañero de viaje y gran pescador Esteban Sigal (fabricante argentino de cañas de pescar con mosca de bambú y fibra de vidrio).

Puente sobre el Río Juramento, Salta, Argentina

Luego de unas 12 horas de viaje entre charlas, montaje de moscas y algunas comidas típicas, llegamos a la localidad de Las Lajitas, que sería la base y lugar de encuentro de los guías del operativo de pesca que habíamos elegido para llegar al mítico Río Dorado (cabe aclarar que para llegar a la parte media y alta de este río es casi indispensable ingresar por terrenos privados sin acceso público a los que muy pocas personas llegan a través de este operativo de pesca y que a su vez mantienen este lugar natural virgen bien cuidado y aislado de toda contaminación humana). Una vez en el lugar, cambiamos de vehículo ya que sin un 4x4 hubiera sido imposible llegar al lodge donde pasaríamos los siguientes cuatro días y tres noches. Luego de unos 40 km o más de una hora de camino embarrado y de rally, llegamos a nuestro destino, donde luego de conocer a nuestros guías y de una deliciosa cena nos preparamos psicológica y anímicamente para afrontar el primer día de pesca en este increíble lugar que todo pescador sueña con conocer en algún momento de su vida.

Reseña:

El lodge es una antigua escuela rural utilizada hace muchos años cuando en el lugar existían aserraderos que extraían y comercializaban la valiosa madera de los árboles nativos, hoy se encuentra en tierras de propiedad extranjera y administración local preparada para recibir con todas las comodidades a pescadores de todo el mundo que vienen a pescar y conocer este paraíso virgen de las Yungas argentinas en Salta.

Nuestro Lodge

2. CLIMA Y EQUIPOS DE PESCA

Las Yungas salteñas se caracterizan por un clima tropical y cálido en primavera (entre 15 y 35 grados centígrados), pero al ser época de lluvias hay grandes variaciones de temperatura a lo largo del día. Nuestra llegada fue durante un periodo lluvioso, por lo que el primer día de pesca habría sido decididamente fresco por la mañana y, afortunadamente, con pocos insectos debido al propio clima (no obstante, hay que cubrirse bien porque siempre hay insectos como mosquitos y garrapatas dispuestos a picarnos).

La ropa de pesca para estos lugares donde se pesca 100% vadeando y se camina una media de 15 km al día debe ser cómoda y de secado rápido. Normalmente mochilas de pesca, gorras de pesca, tubulares para protección solar y para insectos, gafas polarizadas, camisetas de manga larga con capucha o camisetas con protección UV, pantalones largos o cortos de secado rápido con calzas debajo, calcetines de neopreno o lana, botas de vadeo o similares, y nunca está de más una chaqueta de vadeo impermeable, que en este caso nos vino muy bien.

Las cañas de mosca que elegimos eran de acción rápida de 9 ó 10 pies para líneas de flote tropical o Dorado del nº 6 al nº 8, ambas para pescar con moscas secas grandes de tipo atractor (bichos) o ratas y streamers. Los carretes deben ser fuertes, con buenos frenos para poder pelear con esas imponentes bestias, y los bajos de linea que usamos eran de 9 pies de largo, donde la primera sección era de nylon 0.60 y la segunda de nylon 0.50, rematando todo con un tippet de acero o titanio de 40 libras con un largo de 20 cm para poder soportar los dientes que tienen los Dorados.

Agustín y la mosca 'bicho'

3. EL PEZ

El Dorado o Pirayú (salminus brasiliensis), más conocido como el "tigre del río" por su voracidad y fuerte musculatura, es el pez autóctono de agua dulce más popular entre los pescadores deportivos. Es conocido por su brillante color Dorado y su capacidad para saltar fuera del agua cuando lo pescan en varios ríos argentinos (Río Paraná, Río Uruguay, Río Juramento y Río Dulce, entre otros). Este gran depredador se alimenta principalmente de Mojarras, Sábalos, Bogas y otros peces y puede alcanzar más de un metro de longitud y 30 kg de peso, pero los ejemplares más comunes miden entre 30 y 70 cm y pesan hasta 15 kg.

La mejor época para pescarlos es la primavera y el verano, pero en muchos ríos, dependiendo de las condiciones del río y de sus épocas de veda, se pueden capturar casi todo el año, incluido el invierno. En este caso fue el mes de noviembre de 2023, la última parte de la primavera argentina, aprovechando que es el último mes en que se permite la pesca en la provincia de Salta, luego hasta marzo del año siguiente se veda naturalmente por las lluvias y es el período en que los Dorados pueden reproducirse con tranquilidad.

El Dorado del Río Dorado

4. LOS RÍOS Y LA PESCA

Después de un abundante desayuno y un buen descanso del viaje, preparamos nuestros equipos de pesca y nos dirigimos al río para comenzar nuestro primer día de pesca. Desde el lodge, recorremos unos 20 kilómetros en quads o vehículos especiales 4x4, cruzando arroyos, avistando animales y atravesando literalmente la selva y sus caminos embarrados para llegar a nuestro destino. Un guía cada dos pescadores, mosca seca attractor o bicho y comienza la caminata, escuchando el canto de los pájaros y el sonido de la naturaleza pura, remontando el río en busca de Dorados en esta pecera natural que tenemos ante nuestros ojos.

La pesca en este ambiente es una cacería a pez visto, es decir, caminamos por las orillas del río muy despacio detrás del guía sin hablar fuerte ni hacer ruido hasta que vemos un Dorado, una vez que divisamos el pez (no es fácil acostumbrar a nuestros ojos a diferenciar el Dorado de los otros peces que se encuentran en este río y verlos nos costará mucho al principio) tomamos la linea rápidamente y lanzamos río arriba con la mayor precisión posible tratando de que la mosca derive naturalmente por la corriente (también hay situaciones, especialmente con Dorados pequeños, en las que un pequeño movimiento de la mosca hace toda la diferencia). El primer lance es crucial para el factor "sorpresa"; a partir del segundo, las posibilidades de capturar un pez se reducen enormemente, ya que los Dorados se alertan inmediatamente de nuestra presencia por la linea al caer al agua, al patear una piedra o cuando se asustan los otros peces.

Puede compararse con la pesca a vista de truchas en un arroyo de montaña, con la variable y gran diferencia de que el comportamiento alimentario de los Dorados es mucho más complejo e indescifrable. El ochenta por ciento de nuestros lanzamientos normales serán totalmente ignorados por el Dorado por una u otra razón o se alertarán inmediatamente y no importa cuántos lances hagamos no picarán ni seguirán la mosca, por lo que se convierte en un verdadero desafío tratar de convencerlos y engañarlos. Si sacamos un solo Dorado lindo (6 o 7 kg) por día por pescador ya se considera una muy buena pesca en este río, así que como podemos ver pescar aquí no es fácil a pesar de ver muchos peces o ser muy buenos pescadores; el entorno, la vegetación y el comportamiento de los peces hacen que la pesca sea realmente difícil pero atractiva a la vez.

Río Dorado en la parte media

5. EL PRIMER DORADO DE LA AVENTURA

Pescando un spot cada uno con mi compañero remontamos el río entre rechazos, alguna que otra seguida a la mosca, pero aún sin picadas concretas hasta que nuestro guía Agustín "la larva" (más de 20 años de experiencia pescando en este río desde su juventud y gran conocedor de la flora-fauna local) en un gran pool encuentra un buen Dorado posicionado según él en "modo activo", lo que significa que tenemos muchas chances de pescarlo y así fue. Esteban localizó el pez, rápidamente sacó linea del carrete e hizo un lance unos 12 o 15 metros río arriba cerca de la corriente, la mosca cayó en su lugar y un hermoso Dorado de entre 5 y 7 kg, girando sutilmente, la atrapó en el mejor modo trucha. Luego de ser clavado dio sus hermosos saltos, una gran pelea de unos minutos, tras la cual nos sacamos la famosa foto del recuerdo y el pez volvió a casa.…

El primer Dorado a mosca seca pescado en un río de aguas cristalinas, muy técnico y difícil, rodeado de naturaleza de este tipo, fue una gran emoción para mi compañero y todos los que estábamos allí. Un buen equipo trabajando juntos haciendo todo para lograr uno de los sueños que todo pescador con mosca debería cumplir alguna vez en su vida (Vale la pena mencionar que hay muy pocos lugares en el mundo donde tendremos la oportunidad de hacer este tipo de pesca a pez visto con mosca seca de Dorados en pequeños y cristalinos ríos de montaña. De hecho, en general, la pesca de estos peces en Argentina se realiza en grandes ríos turbios o profundos, desde un bote o embarcación y con grandes streamers de 15 cm o más).

Saliendo en el 4x4

El primero de Esteban

6. MI PRIMER GRAN DORADO DEL RÍO DORADO

Luego de un buen almuerzo en el río, algo de charla y un buen descanso en las rocas de la orilla, continuamos nuestra cacería río arriba, turnándonos para pescar los distintos lugares que ofrecía la zona, hasta que el guía nos señaló algunos Dorados activos en una corriente pedregosa en posición de picada. Al mismo tiempo, mucho más cerca de mí y lejos de los que el guía observaba, veo un gran Dorado detrás de una roca que desde mi punto de vista truchero estaba ninfando, aunque esto es muy poco probable. Hago un lance corto de 5 o 6m, la mosca seca “bicho” cae un poco detrás del pez que curioso se acerca a observarla, como una delicada trucha se levanta a comer este gran insecto que cae al agua y boom.... El Dorado empezó a luchar contra la corriente con una fuerza y velocidad increíbles hasta que se llevó gran parte de mi backing (mi carrete no frenaba muy bien). Entre los gritos del guía dándome consejos para no perder el pez y mi compañero de pesca filmándome tras unos cuantos saltos, el Dorado se cansó y pude acercarlo a la orilla para, tras una espectacular foto de recuerdo, soltarlo y devolverlo a su hábitat. Mi primer Dorado de este viaje capturado y visto por mí tenía el doble del valor, ¡más aun tratándose de un pez de 6-8 kg en un contexto como éste! ¡Una hermosa historia que quedará para siempre grabada en mi memoria!

Mi primer Dorado en este viaje

7. SORPRESA AL ATARDECER

La tarde transcurrió con el clima aún nublado y fresco como en la mañana, entre algunos tímidos piques que no pudimos concretar, muchos rechazos y espantando con algunos lances equivocados a los sensibles peces que habitan este río. Llegamos a uno de los últimos lugares de pesca antes de iniciar la caminata de regreso a los vehículos, el guía nos dijo que hiciéramos nuestros últimos lanzamientos en este lugar o pozo que ellos conocen y al que ya le han dado un nombre. En este caso la zona se llamaba Puerta del Potrero y era el punto donde se dividen las partes media y alta del Río Dorado.

¡Río arriba, como siempre, Esteban, a pedido de nuestro guía, lanzó a la espuma blanca, que siempre se encuentra del lado de la corriente del río, y ni bien la mosca rompió la espuma y tocó el agua, de abajo salió un voraz Dorado de unos 3 kg que tomó violentamente la mosca seca... a partir de ese momento, todo fueron saltos, una pelea y una foto para recordar! ¡Esta vez no fue a pez visto, pero el factor sorpresa y la violencia con la que este Dorado atacó la mosca también nos cargó de adrenalina y nos regaló momentos inolvidables!

Esteban luchando con un Dorado

8. REGRESO A LA BASE Y CENA TÍPICA ARGENTINA

Regresando por los senderos que acortan el camino de vuelta, creados por los propios guías en el bosque en medio de la vegetación autóctona y rústica, para poder llegar más rápido a los vehículos cuando esta por oscurecer, finalizaba para nosotros la primera jornada de pesca en este paraíso terrenal.

Desarmamos las cañas, subimos a los vehículos y nos dirigimos al lodge, donde nos esperaba un delicioso aperitivo post-pesca nuestras clásicas empanadas fritas de carne. Allí conocimos a otros dos pescadores, que acababan de llegar y pudieron pescar medio día por la tarde en un arroyo más cercano al lodge, el Río Seco, que esconde algunos peces muy buenos, pero que esa tarde no les había mostrado ninguno de sus Dorados tesoros.

Entre buena carne asada a las brasas, buena compañía y buen vino tinto del norte argentino, la segunda noche en los montes salteños iba llegando a su fin, entre anécdotas y charlas sobre el primer día de pesca e imaginando lo que sucedería al día siguiente, en que iríamos a conocer el tramo superior del río Dorado, muy famoso por los grandes y difíciles Dorados que pueblan sus aguas.

A la izquierda: Dorado en caña - A la derecha: Doradillo y la mosca ganadora

9. LOS DIFÍCILES DORADOS DE LA PARTE SUPERIOR

El segundo día comenzaba con medialunas y café con leche a las 7 de la mañana. Nos esperaba una mañana fresca pero soleada; luego de charlar y probar algunos equipos con los demás pescadores y guías, cargamos nuestras mochilas con nuestros respectivos equipos para emprender una hermosa caminata por el tramo superior del río Dorado, esta vez acompañados por nuestro guía Fernando. Luego del segundo rally por la selva y sus senderos, esta vez con el cuatriciclo llegamos al punto medio del río y desde allí caminamos unos 6 o 7 km río arriba con nuestros equipos aún desarmados por los senderos del monte, observando la gran flora y degustando algunos de sus frutos, en este caso los limones del monte.

Una vez que llegamos al final de la parte media del río, armamos nuestros equipos y comenzamos a pescar río arriba en la parte alta del Río Dorado. Esta zona donde el río se hace un poco más pequeño está habitada por Dorados increíblemente grandes y un paisaje natural pocas veces visto. Logramos divisar muchos peces, lamentablemente muy difíciles de capturar. Llegamos al mediodía con sólo dos persecuciones a la mosca, pero sin picadas concretas.

Luego del almuerzo y una buena hora de descanso en el río, continuamos pescando río arriba con ratas y grandes moscas secas (bichos), pero sin resultados a pesar de verlos frente a nuestros ojos. Aunque habíamos hecho las cosas bien, sin hacer ruido y con cuidado para intentar engañarlos, ese día parecía imposible, no estaban muy activos y no querían atacar nuestras moscas. Después de muchos intentos fallidos llegamos al último punto de pesca donde no tuvimos suerte. De regreso a los vehículos, aún con los equipos montados y sin darnos por vencidos, intentamos unos cuantos lanzamientos río abajo (este río puede ser muy frustrante y mentalmente agotador para cualquier pescador, por experimentado que sea, lo importante es mantenerse siempre concentrado en lo que puede pasar y nunca darse por vencido).

Dorado enfocado bajo el agua

10. DORADO CAPTURADO EN EL ÚLTIMO TIRO

Mi promedio en el Río Dorado era de al menos "un pez por día", nunca me había ido del río sin capturar y fotografiar uno de sus tesoros, y este día no sería la excepción. Llegando al último punto antes de comenzar a desarmar el equipo, mi compañero y el guía vuelven a probar en un lugar donde los Dorados habían seguido tímidamente la mosca sin lograr obtener una picada. Me adelanté un par de metros y realicé unos lances en un lugar que me pareció bueno; luego de que la mosca cruzara la corriente patinando tensionada sobre el agua, vi como un hermoso Dorado de unos 3 kg salía furioso y atacaba mi mosca; luego de unos saltos para escapar río abajo y una gran pelea se dejó fotografiar con nosotros, coronando nuestra jornada en el último minuto. Una vez más el río no me dejó ir sin disfrutar de uno de sus tesoros en uno de los días en que realmente era difícil pensar que podría engañarlos al final se dio, y así pudimos emprender el regreso, caminando por los senderos de los montes salteños plenos con la satisfacción que nos dio ese último pez increíble.

Un pez difícil al atardecer

El Río Dorado en la parte superior

¡Volvimos al lodge donde nos esperaba el clásico refrigerio post pesca, y comentando la dura jornada de pesca que tuvimos en la parte alta, los otros dos pescadores pescando río abajo tuvieron un día muy productivo para ellos con un total de 4 Dorados medianos y mucha actividad con streamers pescando río arriba!

Entre historias y una deliciosa cena comenzamos a organizar lo que sería el último día de pesca esta vez en otro rio, aún desconocido para mí, que está a solo 15 minutos caminando desde el lodge, el famoso Río Seco, otra perla del monte salteño de aguas cristalinas, más chico que el Río Dorado, pero con juveniles más voraces, lo que hace que a veces, cuando la pesca se pone dura con los grandes, disfrutemos pescando con moscas secas Dorados más chicos con la posibilidad siempre latente de alguna que otra sorpresa.

Luchando y saltando

La felicidad de la captura

11. PESCAMOS EL FAMOSO RÍO SECO

Tras un merecido descanso, iniciamos la tercera y última jornada de pesca en la Yunga con un delicioso desayuno, después del cual preparamos nuestros equipos y salimos por el sendero que nos llevaría al río. Última excursión bajo el sol de esa hermosa mañana escuchando el canto de los tucanes en medio de la selva virgen, llegamos a la zona de pesca, con nuestras cañas listas, comenzamos nuestra última cacería del "tigre del río" en un río que nos enamoró, aún más pequeño y transparente donde tendríamos que pescar con mucho cuidado debido a la gran sensibilidad de los Dorados que lo habitan.

Esta vez éramos dos pescadores y dos guías de pesca. Fernando (uno de los guías) estaba en su primera temporada de aprendizaje a través del otro guía (Agustín), un nativo de la región que lleva pescando con mosca en estos ríos desde hace más de 20 años, antes de que existieran los operativos de pesca, y que mediante el método de prueba y error ha aprendido y sigue aprendiendo el comportamiento y forma de pescar de los difíciles Dorados que habitan en sus aguas.

Vino y empanadas

Pesca en modalidad cacería

12. DORADILLOS CON LA MOSCA “BICHO”

Llegamos a una zona muy buena y me toca lanzar, mi guía me muestra un par de Dorados juveniles con buena predisposición a tomar la mosca (si el Dorado está quieto río arriba en el medio del agua tenemos muchas posibilidades de que si hacemos un buen primer lance tome la mosca, si está nadando río abajo o río arriba o está muy lento en el fondo del río es más difícil que tome la mosca).

Rápidamente quito la linea del carrete y entre las ramas de la orilla intento hacer el mejor primer lance posible que es fundamental, la mosca cae en la zona indicada y casi antes de tocar el agua un precioso Doradillo toma vorazmente mi mosca seca automáticamente levantando la caña lo clavo y lo hago batallar. Al cabo de unos instantes y sólo a media mañana ya tenía en mis manos el primer Dorado de mi último día, que tras unas fotos de recuerdo devolvimos con el debido cuidado y lo más rápido posible a su hábitat natural (hay que señalar que cuando se pelea con un Doradillo pequeño es importante reducir al máximo el tiempo de lucha ya que los grandes pueden aprovecharse de estas circunstancias y acabar comiéndoselo durante la pelea... ¡una locura que me ha tocado vivir en varias ocasiones!).

Sabalos a la vista

¡La mosca más eficaz de estos días!

Mientras tanto, mi compañero de pesca también había tenido una oportunidad, pero esta vez el Dorado ganó la corta pelea. En dos horas ya habíamos tenido más actividad que en todo el día anterior. La pesca es así, nunca sabes lo que puede pasar.

La mañana siguió siendo productiva (vimos muchos Dorados siguiendo a los Sábalos y Bogas que son sus presas. Estos ríos están tan llenos de vida que cuando estamos allí nos sorprendemos de la cantidad de peces que habitan. Diríamos que estamos pateando peces cuando cruzamos el rio, pero no todos son Dorados, calcule un promedio de 1 Dorado por cada 30 Sábalos, asi que imagínese la cantidad de comida que tienen estas bestias) con más piques y otras oportunidades que perdimos llegamos a muy buen lugar donde mi compañero logro pescar su primer Dorado del Río Seco cerca del mediodía.

13. RELAX Y FIN DE LA AVENTURA

Con un pez cada uno y una foto de recuerdo volvimos al lodge con el 4x4 que nos esperaba río arriba para almorzar y echar una merecida "siesta"; aprovechando la cercanía del río, volveríamos un par de horas más tarde para nuestra última tarde de pesca.

Bajo el agua y con la mosca

De vuelta en el río disfrutamos del poco tiempo que nos quedaba en aquel mágico lugar, tomando algo fresco y fumando un buen cigarro, la tarde transcurrió entre charlas, anécdotas del viaje y vivencias. Todavía pescando (los Dorados ganaron esa tarde, muy hábiles) rodeados de una flora y fauna increíbles, nos esperaba el atardecer con la grata sorpresa de cruzar por el río al famoso Tapir, uno de los animales emblemáticos de este lugar.

Ya de regreso en el lodge, disfrutando de un buen fernet cola en el último asado de la Yunga salteña, con la buena gente que conocimos y que nos trató maravillosamente y agradeciendo a la vida por habernos dado la oportunidad, nos despedimos de este hermoso lugar del que nos llevamos muchos recuerdos, con el anhelo de volver algún día para encontrarnos cara a cara con sus terribles Dorados, allí en medio de la naturaleza virgen de los montes salteños, en el norte de mi querida Argentina.


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Ramón Carlos Herrero
Ramón Carlos Herrero
Pescador con mosca, atador de moscas
Trabajo: Empleado
Hobbies: Viajar y los deportes al aire libre
Nacido en Argentina, vive y pesca en los ríos del Tirol del Sur desde hace más de 15 años. Ha pescado desde niño en los ríos y lagos de las Sierras de Córdoba, pasión que le transmitieron su padre y su abuelo. El estilo de vida de la pesca con mosca lo cautivó hace más de 10 años y viajar, conocer nuevos lugares, disfrutar de la naturaleza, cuidar los recursos y sobre todo pescar en un río es lo que realmente lo apasiona.
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